Comenta el siguiente artículo publicado el 13 de septiembre de 2010 en "El País"
- ¿Es lógico "empezar al revés", cómo dice el autor? ¿Cuál sería el mínimo para ello?
En mi opinión comparto la argumentación del autor respecto al proceso de enseñanza al revés, pero diverjo con él en un aspecto, en vez de cambiar de un extremo al otro, ¿Por qué no combinar ambos métodos de enseñanza? Opino que las clases magistrales no deben desaparecer, puesto que las podríamos utilizar para introducir el tema, a modo de introducción-resumen, para a posteriori compaginarlas con las “clases a la boloñesa”.
Lo mínimo, por tanto, sería establecer una pequeña introducción al tema que se va a desarrollar, del cual se encargaría el profesor a través de una clase magistral “light”, seguidamente realizar la lectura por parte de los alumnos, para finalmente discutir la lectura en clase entre ambas partes.
- ¿Puedes poner algún ejemplo de situación en la que hayas "tenido que aparentar que has cambiado para poder seguir haciendo lo de siempre"?
Sí, he tenido situaciones en las que, ante mis padres, he aparentado que mi actitud ante los problemas sociales habían cambiado mientras que por el contrario seguía haciendo lo de siempre. Cuando era pequeño, tenía unos amigos del colegio, los cuales mis padres no querían que estuviera porque resultaban ser mala influencia para mí, durante una temporada, pese a su advertencia, seguí saliendo con ellos.
- ¿Qué cree que quiere decir el autor con que el "principal objetivo de la asignatura enseñar a leer"? ¿Crees que ese objetivo sería aplicable a tí?
En mi opinión a lo que el autor se refiere con esa afirmación es que leer en sí no es tan solo la lectura de un texto sino que incluye las habilidades de analizar, comprender y discutir el propio texto. Enseñar a leer es, por tanto, enseñar a los alumnos a desmenuzar los textos para “sacarles el jugo”.
Creo que dicho objetivo sí va a ser aplicable a mí puesto que la lectura no ha sido desde siempre mi mayor hobby por lo que la promoción y análisis de los textos va a favorecer mi interés por ella.
- ¿Qué son las "clases a la Boloñesa"? ¿Qué dificultades tiene llevarlas a cabo?
Las clases a la boloñesa son clases basadas en la interacción entre el alumno-profesor en las que el protagonismo recae sobre el mensaje, y no sobre la forma en la que el emisor, de forma oral, expone el mensaje.
Anteriormente la transmisión de conocimientos era a través del monólogo oral del profesor, sin apenas intervención del alumnado; con estas clases, el profesor redacta su mensaje (ideas, temario…) en papel, para a posteriori ser leído y analizado por sus alumnos, dejando de lado los obsoletos apuntes, los cuales no dan apenas tiempo a “cazar al vuelo”. En este tipo de clases el profesor debe estar preparado para contestar a las dudas, preguntas, opiniones de sus alumnos y no basar su enseñanza en la predicación del discurso, sino en la discusión del tema a tratar.
La dificultad de estas clases creo que recae sobre la incapacidad de algunos profesores a responder las cuestiones de los alumnos y sobre la disponibilidad de tiempo por parte de los profesores para preparar sus clases o la redacción de su temario.
A los pocos días se publicó una contestación, titulada "Empanada a la Boloñesa?"
- ¿Qué argumentos se critican del anterior artículo?
Los argumentos que critica el autor del artículo que replica al profesor pro-Bolonia son los siguientes:
A los pocos días se publicó una contestación, titulada "Empanada a la Boloñesa?"
- ¿Qué argumentos se critican del anterior artículo?
Los argumentos que critica el autor del artículo que replica al profesor pro-Bolonia son los siguientes:
- Poca práctica en clase de los alumnos, es decir, escasez de interacción profesor-alumnos.
- Incapacidad por parte del profesorado de decir por escrito lo mismo que de forma oral.
- Necesidad de implicación del profesor en las clases magistrales.
- Desmiente que las clases magistrales sean monólogos.
- Argumenta que las clases para “enseñar a leer” se deben dar en la enseñanza secundaria y no a nivel universitario.
En definitiva, este diálogo plantea las siguientes preguntas: ¿Cómo enseñar y aprender mejor? ¿Cómo nos gustaría enseñar y aprender? ¿Qué debería(mo)s hacer para conseguirlo? ¿A que nos comprometes a hacerlo?
A modo de síntesis tras los tres artículos leídos con anterioridad exponer que, en mi opinión, no es posible determinar a día de hoy cuál es el método de enseñanza más correcto, ese aspecto es muy subjetivo y depende de cada profesor. Creo que estoy de acuerdo con el último autor puesto que como ha presentado en su artículo, tras 40 años de experiencia como profesor de universidad, tiene camino de sobra para demostrar que las clases “magistrales” involucran más a los alumnos y se transmiten mejor los conocimientos puesto que en todo momento hay interacción entre el maestro, lo que se quiere enseñar y los alumnos, los cuales son los verdaderos protagonistas… es más, opino que esta decisión debería haberse llevado a referéndum popular para preguntar a los estudiantes que método de enseñanza prefieren recibir.
Respecto a las preguntas planteadas opino que la forma de enseñar que prefiero es la actual, es decir, las clases magistrales puesto que opino que si este método se ha llevado a cabo desde hace cientos de años es porque se ha demostrado que es totalmente válido.
Para conseguir enseñar y aprender necesitamos que ambas partes estén cómodas en el método de enseñanza que se va a impartir, es decir, pese a que la ley obliga a realizar las clases al modo “boloñesa” los profesores deberían mantener el sustrato de las clases en base a las clases magistrales.
Finalmente nos comprometemos a realizar unas clases cuyo fin ulterior es que los alumnos, los cuales insisto que son los únicos protagonistas, aprendan por encima de cualquier método de enseñanza.
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